domingo, 4 de octubre de 2020

Historiografía


 Historiografía

A menudo considerada la meta-historia, es decir, la Historia de la Historia, se trata de una disciplina que investiga el modo en que se construye la Historia oficial (escrita) de las naciones y el modo en que ésta fue preservada en documentos o en escritos de alguna naturaleza.

La historiografía es el arte de escribirla,​ pero la historiografía es también la ciencia que se encarga de estudiar la historia.​ El énfasis en su condición de "arte" (τέχνη tékhnē) o "ciencia" (ἐπιστήμη epistḗmē) es uno de los objetos de debate metodológico más importante entre los historiadores, con abundante participación de intelectuales que han reflexionado sobre ello, dada su posición central en la cultura.​ Para una parte de ellos, ni siquiera puede hablarse de "historia" en singular, puesto que la condición de relato de sus productos los convierte en "historias" en plural.​ Para la mayor parte de los historiadores contemporáneos, en cambio, es irrenunciable​ la condición científica de la historia, o al menos la aspiración a tal condición ("ciencia en construcción"), e incluso está muy extendida la visión que no percibe ambos rasgos (ciencia y arte) como estrictamente incompatibles sino como complementarios.

El concepto de historiografía también se emplea para nombrar al conjunto formado por la obra de carácter histórico y al estudio crítico y bibliográfico de los textos que giran en torno a la historia.

Es importante no confundir la historia con la historiografía. La historia es el pasado en sí mismo y la narración de los sucesos importantes que tuvieron lugar en él. La historiografía, en cambio, son los métodos y los conocimientos que se usan para la descripción de los acontecimientos históricos. Por eso suele decirse que la historiografía es la ciencia de la historia.

Estructura de la historia: culturas y civilizaciones

La historia es un proceso de sentido único, o sea, vectorial (de lo simple a lo complejo, etc.); pero este movimiento no es uniforme ni homogéneo, sino que se concreta en el espacio y en el tiempo en culturas y civilizaciones, que constituyeron a modo de ramificaciones del gran tronco de la Historia al que hoy, cuando la Historia se hace Universal, planetaria o global, vuelven a la manera de afluentes. Unas y otras constituyen la respuesta (los medios materiales y formales desarrollados por la comunidad humana para mantener y mejorar sus condiciones de vida) que determinados grupos humanos han dado al problema de la vida en sociedad, válida en tanto que posibilitó la duración de esas comunidades hasta su disolución o integración en otras posteriores. Así, emplea el término

  • CULTURA para los pueblos que aún no han alcanzado la revolución urbana, y el de
  • CIVILIZACIÓN para designar los logros, tanto materiales como espirituales, de aquellos pueblos que ya la han rebasado

Esta diferencia suele implicar otra: Los pueblos que han permanecido o permanecen en el estadio de la cultura interpretan la realidad mediante mitos (pensamiento mítico) y tienen una concepción cíclica del tiempo; en cambio, los pueblos que acceden a la civilización, sin renunciar a los mitos, desarrollan la ciencia (pensamiento científico) como instrumento para explicar lo real y una idea vectorial del tiempo, lo que aplicado a su propia realidad da como resultado la aparición de la conciencia histórica, de la historiografía y de la Historia.

La historiografía, en definitiva, se dedica a estudiar el ordenamiento de los acontecimientos en las narraciones de la historia, analizando su estructura lógica y los vínculos de causa-efecto. También investiga el estilo de los textos históricos para evaluar si logran cumplir con sus objetivos persuasivos o informativos.

Bibliografía:


Sigilografía


 Sigilografía

La sigilografía es la disciplina dedicada al análisis de los sellos que se utilizan para el cierre de pliegos y la autorización de documentos. Se trata de un método que se emplea en la historia, la arqueología, el derecho, la heráldica, la diplomacia y la genealogía, entre otras áreas del conocimiento.


La finalidad de la sigilografía es estudiar, de manera crítica, aquellos sellos que históricamente se han empleado para validar o para autorizar determinada documentación, ya sea estatal o privada.

El objeto de estudio de la sigilografía, por lo tanto, son los sellos: las impresiones que se obtienen a partir de la presión que se ejerce con una matriz para dejar un registro en una superficie. El sello puede estar hecho con lacre, cera, papel, metal u otro material que permita estampar un signo.

El sello medieval es uno de los más estudiados por los expertos en esta disciplina ya que en aquella época era habitual que tanto reyes como nobles y demás figuras de relevancia recurrieran al empleo de ese elemento para poder certificar sus documentos y dejar constancia de que eran ellos los que los avalaban.

Gracias a la sigilografía, se puede obtener conocimiento vinculado a las costumbres, la política y el arte de cada época. Esto se debe a que los sellos plasman diversas cuestiones propias de su tiempo en los documentos en los que se aplican.

Es importante saber que fue en el siglo XIX cuando varios estudiosos e historiadores le dieron forma a la sigilografía como la entendemos. Y es que en ese momento tomaron la decisión de hacer que la misma se pudiera convertir en una herramienta imprescindible para conocer el pasado, es decir, que se pudiera emplear como fuente histórica.

En concreto, esa fue una medida que desde el primer instante apostaron por impulsar figuras de la talla de Otto Posse, Germain Demay, Hermann Grotefend o Douet d´Arcq.

Al momento de uso, el sello tiene valor jurídico. Con el paso del tiempo, sin embargo, adquiere otros valores, como el valor histórico o el valor cultural, que son estudiados por la sigilografía.

La sigilografía y la diplomática.

La conexión entre sigilografía y diplomática se retrotrae a los orígenes de ambas disciplinas, el sello en un primer momento era estudiado por su valor jurídico y a pesar de que actualmente puede ser analizado desde otras perspectivas, siempre podrá estudiarse desde esa perspectiva, por lo que el profesor Canellas señaló que ambas son disciplinas inseparables.

La sigilografía como disciplina científica nace como parte de la diplomática. El término aparece plasmado por primera vez en 1875 dentro del tratado sobre diplomática imperial de Heumman, pero el valor jurídico de los sellos ya había sido percibido dentro de la obra de Mabillon.

Desde la perspectiva diplomática, el sello puede ser un factor externo del documento, un factor interno como elemento validatorio y también una prueba para determinar la tradición documental del acto jurídico (pudiendo detectarse falsos documentales por uso fraudulento de un sello o mediante su falsificación).

Diplomática


 Diplomática

La Paleografía es la ciencia que estudia las escrituras antiguas y cuyo conocimiento permite la lectura de documentos de distintas épocas y escrituras diversas. La dificultad para la lectura de textos antiguos se debe a las características de la escritura y a la presencia habitual de abreviaturas. No obstante, buena parte de los investigadores genealógicos particulares no se enfrentan con frecuencia con documentos muy antiguos, sino con escritos de los siglos XVI y siguientes, y a esos documentos debe dedicar su atención. Básicamente debería estudiar y practicar la transcripción de la escritura habitual de los siglos XVI-XVIII para poder leer los distintos tipos de documentos (parroquiales, municipales, notariales, etc.).



La Diplomática, por su parte, es la ciencia que estudia los documentos (procedencia, estructura, características, elementos, función, etc.). La diplomática permite conocer y distinguir los tipos documentales que se usan en diferentes épocas y en diversos ámbitos (religioso, civil, militar).

Según que “ser diplomático” se entienda como un estilo de conducta, o en un sentido funcional, se puede contestar de dos formas. En la primera acepción diremos con André Maurois que ser diplomático “es el arte de exponer la hostilidad con cortesía, la indiferencia con interés y la amistad con prudencia”. En sentido funcional lo son aquellos funcionarios públicos expertos en relaciones internacionales con vistas a ser acreditados ante otros Estados (y en la actualidad también en Organismos Internacionales) con carácter representativo.

Historia de la Diplomática

Los hombres de Estado fueron los primeros que dieron a conocer documentos de interés histórico, fueron quienes lograron penetrar en los archivos señoriales y en los de las antiguas abadías. A partir del Siglo XVII comienzan a darse a conocer documentos públicos y privados que pertenecieron a la Edad Media, útiles a la Historia para suplir la ausencia de crónicas e historiadores de la época. Era imprescindible verificar la veracidad de los documentos reveladores. En los archivos señoriales y monásticos había gran número de documentos falsos. Con anterioridad al siglo XVII, la Diplomática no se consideraba como una verdadera ciencia, desde siempre las autoridades han dictado reglas para distinguir los documentos auténticos de los falsos.
En 1675, el jesuita Daniel Papenbroeck publicó su obra, en la cual denunciaba la falsedad de muchos documentos de la época merovingia, principalmente los de la célebre abadía de San Dionisio de París. En 1681, el P. Jean Mabillon refutó las afirmaciones de Papenbroeck en De re Diplomatica y sentaba los principios de la Diplomática. El propio Papenbroeck acabó por retractarse.
Durante más de cincuenta años, la obra de Mabillon fue considerada como el referente más completo en la materia. Se mantuvo una guerra diplomática entre las congregaciones de los jesuitas y la de los benedictinos que finalizó con una obra titulada El Nouveau traité de Diplomatique, que se utilizó en toda Europa.




Codicología


 Codicología

Se denomina codicología a la disciplina científica dedicada al análisis de los códices. Para comprender qué es la codicología, por lo tanto, primero hay que centrarse en los códices.

Un códice es un libro manuscrito que fue creado antes del desarrollo de la imprenta. El término proviene del vocablo latino codex.

Retomando la idea de codicología, este campo de estudio examina las obras manuscritas en pergaminos, papiros y otros soportes materiales. La codicología se orienta al estudio del objeto físico.



Es importante tener en cuenta que los manuscritos se plasman a través de un elemento sustentante (el soporte material donde se desarrolla la escritura) y de un elemento sustentando (el instrumento que permite fijar la escritura). La codicología observa ambas dimensiones para producir sus conocimientos.

Los expertos en estas cuestiones, conocidos como codicologistas, investigan las técnicas empleadas para confeccionar y encuadernar los libros. La codicología también presta atención a los diferentes materiales que se utilizan en el proceso de producción.


Al inspeccionar un códice, muchas veces se puede determinar su origen. La codicología, en este marco, puede ser útil para la reunificación de las partes de una obra que, por algún motivo, estuvieron separadas durante muchos años.

Los especialistas en codicología además suelen rastrear la historia de los manuscritos para saber cómo llegaron a su ubicación actual. De igual forma, contribuyen a conocer la historia de catálogos, colecciones y bibliotecas.

Lo que hace la codicología, en definitiva, es contribuir a comprender cómo se registraba y se transmitía el saber en la antigüedad. Sus aportes son útiles en múltiples ámbitos.

Un conocimiento importante es cuándo y cómo un manuscrito encontró su camino hasta su actual locación. La disciplina también se ocupa del contexto de las diversas comunidades (cortes, monasterios, escuelas de catedrales, universidades) en las cuales los escritos se produjeron y usaron. Se atiende tanto a los elementos textuales como visuales y a la relación entre texto e imágenes. Las fronteras de la disciplina no están aún bien definidas. Algunos sostienen que su campo abarca la paleografía, es decir, el estudio de los manuscritos antiguos, mientras algunos paleógrafos sostienen que ésta abarca a la codicología. El estudio de ciertas características de la escritura como las marginalia, las glosas, las anotaciones al margen de los propietarios originales, etc. caen en ambos campos, como sucede con los aspectos físicos de la decoración que, por otro lado, también ocupan a la historia del arte.

Bibliografía:

Heráldica


Heráldica 

Disciplina auxiliar de la historia que describe y analiza sistemáticamente las figuras y representaciones típicas de los escudos de armas, muy frecuentes en las familias de alcurnia en épocas pasadas.

Se denomina heráldica al arte o la ciencia del blasón: la descripción de los escudos de armas. Un escudo de armas, en tanto, es un emblema a través del cual se representa a una familia o un Estado.



Puede decirse que la heráldica combina elementos del derecho, el arte y la historia. Surgió en la Edad Media y logró posicionarse como un mecanismo de identificación en tiempos de las sociedades feudales. Su código, con los años, pasó a facilitar el reconocimiento de territorios y de diversas agrupaciones (como los gremios).

El origen de la heráldica está vinculado a las armaduras que utilizaban los caballeros en los siglos XI y XII. Para protegerse, estos hombres apelaban a cascos que cubrían su cabeza y tapaban su rostro, imposibilitando que sean identificados. Así, con el objetivo de darse a conocer en las competencias y en las batallas, los caballeros empezaron a dibujar figuras en sus escudos.

Las características de cada blasón dependen de aquel que decidió crearlo. De todas maneras, hay pautas que deben respetarse para garantizar la adecuada identificación, como la facilidad de lectura. Una vez establecido el blasón, puede modificarse a partir de herencias, alianzas y otros motivos.

La heráldica, en definitiva, se compone de signos y se constituye como un sistema de comunicación. Todo en el escudo de armas comunica, desde el campo hasta sus particiones, pasando por sus colores y sus ornamentaciones exteriores.

Existen numerosas entidades dedicadas al estudio y la difusión de la heráldica. Entre ellas aparecen el College of Arms en Londres y la Institució Catalana de Genealogia i Heràldica (ICGenHer) en Barcelona.

Elementos constitutivos

Siguiendo a Alberto Montaner Frutos, la heráldica es un sistema de comunicación que forma parte del sistema de la emblemática y está formado por signos constituidos por armerías o escudos de armas. ​ Estas armerías están conformadas por cuatro conjuntos de elementos o «repertorios paradigmáticos»:

  1. El campo, normalmente limitado por la representación de un escudo, aunque no siempre, que solo excepcionalmente posee valor distintivo.
  2. Las particiones del campo, que delimitan zonas en su interior
  3. Las señales, también denominadas muebles, que pueden ser figuras geométricas u objetos.
  4. Los esmaltes, o colores heráldicos, que se dividen en metales: oro y plata; y colores: gules, azur, sable, sinople y púrpura.

A partir del siglo XIV aparece un quinto repertorio paradigmático, el de los ornamentos exteriores al campo. Pueden situarse encima del escudo (timbre), que tiene como formas básicas la corona y el yelmo, este último con o sin cimera; a sus lados, sosteniéndolo (soportes o tenantes); rodeándolo (collares, cintas, cordones...) o enmarcándolo (mantos y pabellones).



Estos elementos paradigmáticos se seleccionan para formar signos sintagmáticos según ciertos principios, como el que prescribe que no se utilice en el campo y las señales esmaltes del mismo grupo (colores y metales), sino combinar metal y color.

Bibliografía:

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Her%C3%A1ldica
  2. https://definicion.de/heraldica/


Paleografía


 Paleografía

Ciencia auxiliar encargada del estudio crítico y sistemático de las escrituras antiguas: la preservación, desciframiento, interpretación y datación de los textos escritos en cualquier soporte y provenientes de culturas ancestrales. A menudo se la encuentra en estrecha colaboración con las Ciencias de la Información, como la Bibliotecología.



La voz Paleografía proviene del griego y así se designa a la ciencia de la escritura antigua. Comprende el estudio de las vicisitudes experimentadas por la escritura en todos los tiempos y lugares, cualquiera sea la materia sobre la que aparezca la escritura (cartas, documentos, monumentos, etc.).

Este estudio puede hacerse con dos fines principales. Uno, adquirir los datos necesarios para la lectura e interpretación de los textos antiguos; el otro, deducir del estudio de los elementos gráficos de cada período, noticias que permitan juzgar con probabilidades de acierto la autenticidad de los monumentos y documentos, o asignar fecha en caso necesario. El primer caso se denominará Paleografía Elemental y el segundo Paleografía Crítica.


La Diplomática, por su parte, es la ciencia que estudia los documentos (procedencia, estructura, características, elementos, función, etc.). La diplomática permite conocer y distinguir los tipos documentales que se usan en diferentes épocas y en diversos ámbitos (religioso, civil, militar).

Clasificaciones

Atendiendo a su objeto se puede clasificar la Paleografía en Diplomática, Bibliográfica, Numismática y Epigráfica.

  • Paleografía Diplomática: es la ciencia que estudia la escritura propia de los documentos.
  • Paleografía Bibliográfica: estudia la escritura de los códices y libros manuscritos antiguos y puede ser considerada como una rama de la Bibliografía, que es la ciencia de los libros.
  • Paleografía Numismática: se ocupa de la escritura de las monedas y medallas, y forma parte de la ciencia Numismática. Además de la forma de letra, estudia los tipos, arte, materia, fórmulas, valor y demás caracteres de las monedas.
  • Paleografía Epigráfica: estudia la escritura en lápidas e inscripciones arqueológicas. Es una rama de la Epigrafía ciencia que estudia en las inscripciones antiguas el carácter de la letra, la materia escriptoria, los instrumentos gráficos, el estilo, el lenguaje, etc.

También se puede dividir la Paleografía cronológicamente en Paleografía de la Edad Antigua y Paleografía de la Edad Media. La escritura posterior al Siglo XVII es considerada contemporánea y fuera de los límites de la Paleografía.

Los documentos

El término proviene del latín, concretamente del vocablo documentum. Se trata de cualquier soporte que permita la redacción de un texto, ya sea una carta, un diploma o cualquier otro escrito que informa sobre alguna circunstancia o episodio histórico.

La paleografía centra su interés en los documentos textuales, especialmente aquellos que son anteriores a la invención de la imprenta. El estudio de los documentos gráficos es imprescindible para determinar con precisión el periodo histórico al que pertenecen y la localización geográfica de los mismos.

Bibliografía:

Numismática


 Numismática

Quizá la más antigua de las ciencias auxiliares de la historia (nacida en el siglo XIX), se interesa exclusivamente por el estudio y colección de monedas y billetes emitidos oficialmente por alguna nación del mundo en una época determinada. Dicho estudio puede ser teórico y conceptual (doctrinal) o histórica (descriptiva).



Gracias a la numismática, es posible conocer diversos aspectos de la economía y de la actividad comercial de pueblos del pasado. Los productos estudiados incluso aportan datos de interés sobre religión, geografía, arte, política y otros ámbitos a partir de sus diseños y de su contenido.

Es importante tener en cuenta que el intercambio propio del comercio fue mutando a lo largo de la historia. Como medida de cambio primero se usaron artículos a disposición, como dientes o pieles de animales y fibras textiles. Luego se empezaron a utilizar metales a modo de moneda. La numismática de hoy, en este marco, se dedica a estudiar el dinero en todas sus formas, incluyendo muchas veces a los cheques, los bonos, etc.


La numismática, en definitiva, produce información sobre el recorrido histórico y las características de monedas, billetes y bienes sucedáneos. Sus aportes son valiosos para los investigadores científicos y para los coleccionistas.

No obstante, la numismática abarca 2 épocas. En un principio, no existían las monedas no metálicas por lo que se producía intercambios de mercancías y productos y, en consecuencia, los pueblos utilizaron sus productos de mayor valor como moneda. Luego, se originó las monedas metálicas, al principio se usaba los utensilios de metal y lingotes como moneda, luego apareció el peso y, el paso más relevante fue la impresión del primer sello oficial que acredito el peso fijo del lingote.



Actualmente, existe el término exonumia, considerada como una rama de la ciencia numismática ya que no solo estudia las monedas sino también las diferentes formas de dinero como tarjetas de créditos, cheque, bonus, etcétera. El estudio abarca su uso, historia, geografía, economía, entre otros puntos. Asimismo, la notafilia parte de la disciplina numismática la cual se dedica a estudiar, coleccionar y difundir especialmente papel de moneda, billetes y estampillas. En conclusión, la numismática no solo estudia las monedas sino las diferentes formas de dinero.

Bibliografía: